A Rapagna por la Quebrada Atacra

miércoles, 19 de agosto de 2009 ,

Hacia meses que veniamos planificando conocer Rapagna, hermosa laguna que se encuentra a unos 4500 msnm y cuya ruta es un tanto complicada según habiamos leído, para esa fecha el grupo aire puro haría esta ruta así que decidimos juntarnos con ellos ya que la harían a través de la Quebrada Atacra en vez de ir por la Quebrada Chueco que es el camino tradicional. Partimos del ovalo Santa Anita cerca de las 2:30pm con rumbo a Chosica, el pasaje desde el ovalo está S/. 2.5 nuevos soles, tras una hora de viaje nos bajamos en la Av. Arica, lugar de donde salen las combis a San Mateo de Huanchor, el pasaje hasta este punto es de S/. 5 nuevos soles y llegamos cerca de las 5:45pm, una vez bajando de la combi preguntamos por el Hostal Las Americas, el cual seria el punto de encuentro del grupo para partir juntos al día siguiente a Rapagna. La habitación matrimonial nos la dejaron en S/. 30 nuevos soles y contaba con televisión con cable, baño privado con agua caliente y la habitación bastante espaciosa, nos juntamos con los demás para comer algo en el Chiz Victor que está al costado del hostal para luego abastecernos para el desayuno del día siguiente ya que saldríamos 5.30am con rumbo a Río Blanco para iniciar la caminata a la laguna.

El domingo temprano nos levantamos para ir al paradero desde donde salen los colectivos a Río Blanco, el pasaje estaba S/. 2 nuevos soles y tras unos 10 minutos de camino llegamos al punto de inicio de la caminata, luego de unas breves explicaciones por parte del guía nos dispusimos a ascender por la trocha carrozable el cual va en zigzag hasta que el camino se estrecha un poco y justo en la parte donde se toma el camino de la izquierda para ir por la Quebrada Chueco nosotros nos desviamos por la derecha para bordear la Quebrada Atacra, conforme avanzábamos se podía divisar hielo en el camino, el cielo felizmente estaba despejado y un radiante sol nos acompañaría por todo el camino, seguimos bordeando la quebrada siguiendo la ruta de un río hasta llegar a unas casitas donde descansamos un rato, al llegar no encontramos a nadie, parecía pueblito fantasma o todos estaban durmiendo dentro de sus casas. Continuamos nuestro camino y doblando a la izquierda seguimos el camino hasta toparnos con un enorme muro de piedra el cual había que subirlo por el lado izquierdo a través de un caminito que se podía distinguir asi que no hubo problemas y cada vez estábamos mas arriba, los nevados se podían ver cada vez más cerca. Seguimos por terreno plano hasta subir por una pequeña lomita y luego debiamos ir subiendo por un cerrito a la izquierda hasta llegar a un pequeño corral, el largo camino nos cansaba y buscábamos fuerzas para continuar hasta poder ver la laguna.

Después de una media hora más de caminata por fin logramos contemplarla, desde unos 4800 msnm veíamos la laguna Rapagna, cerca de las 3pm. la vista desde el lugar que nos encontrábamos era privilegiada, se podía ver toda
la laguna, tomamos unas cuantas fotos e iniciamos el camino de descenso hasta llegar al nivel de la laguna, el paisaje en el lugar era simplemente impresionante, los nevados rodeaban la laguna y el cielo despejado hacía que el sol iluminara las aguas cristalinas de la laguna. Por la hora no nos pudimos quedar mucho tiempo asi que iniciamos el camino de retorno por la ruta normal así que bajamos con celeridad hasta llegar al río, aunque la luz del sol nos terminó abandonando a medio camino asi que tuvimos que recurrir a las linternas y a toda la experiencia del guía para seguir avanzando hasta tratar de llegar a la carretera, lo cierto es que el cielo estaba bastante estrellado y caminando con cuidado logramos retomar el camino por la trocha carrozable para terminar en la carretera central cerca de las 8.45pm, un colectivo pasaba por el lugar así que nos llevó a San Mateo, al llegar vimos que las combis a Chosica ya no estaban funcionando asi que tuvimos que parar un bus interprovincial que venía de Huancayo para que nos pueda regresar a Lima, cansados pero con la satisfacción de poder haber realizado esta difícil ruta la cual esperamos volver a hacer.