El Pollo está de fiesta (o al menos así lo quiere nuestro gobierno), con el único afán de realzar este típico plato peruano se eligió el tercer domingo de Julio (ya no cuarto domingo de Junio para no chocar con el día del ceviche) de cada año para rendirle homenaje al pobre y sufrido pollo que consumimos en cualquier polleria y que se ha vuelto tan popular como el pisco o el cebiche.

Quien no ha comido alguna vez este plato ya sea en alguna reunión familiar o cuando regresas del trabajo y no hay que comer en la casa te vas a la polleria de la esquina y compras tu cuarto de pollo para salir del apuro. Aquí la noticia sacada de la web de RPP Noticias.

El Gobierno declaró la medida para rendir homenaje a este popular plato y fomentar su consumo. El Poder Ejecutivo acordó declarar el tercer domingo de julio de cada año como el Día del Pollo a la Brasa, para rendir homenaje a este popular plato y fomentar su consumo en el ámbito nacional e internacional, anunció hoy el ministro de Agricultura, Adolfo de Córdova.

“Así como tenemos el Día del Cebiche, el Día del Pisco, cómo no reconocer a un producto tan importante”, manifestó, al señalar que el domingo que se avecina habrá una celebración al respecto en conjunto con la Asociación Peruana de Avicultores".

Agregó, en declaraciones a RPP, que dicha declaratoria constituye un reconocimiento a un tradicional plato nacional que se consume en todos los estratos sociales, más aún porque el Perú es un país importante en la producción de este plumífero, con un promedio de 44 millones de unidades cada mes.

UN PRODUCTO QUERIDO POR TODOS
El pollo a la brasa es uno de los platos típicos de la gastronomía peruana y uno de los de mayor consumo en el Perú, incluso por encima del cebiche, el chifa (comida china) y las especialidades de la comida rápida.

“Hay que reconocer a un producto importantísimo que es base para la alimentación y las proteínas de la población peruana. El 60% de la proteína animal viene del pollo. Hemos desplazado al consumo del vacuno y del pescado”, expresó el funcionario.

Según el Ministerio de Agricultura, se espera que el domingo se oficialice dicha declaratoria en la separata de Normas Legales del Diario Oficial El Peruano.

Los makarapas, esos cascos de minero transformados en pequeñas obras de arte una vez recortados y pintados con los colores de un equipo de fútbol, populares en Sudáfrica desde finales de los setenta, inundan y llenan de colorido los estadios del Mundial.

Junto a las famosas vuvuzelas, las ruidosas trompetas de plástico, son los dos símbolos del folclore futbolístico sudafricano, unidos de forma indisoluble a cómo viven los partidos los hinchas locales.

Con instinto comercial, desde años antes del Mundial ya hubo quien dirigió su mirada a la fabricación de makarapas, como Paul Wygers, que inició su negocio en octubre de 2008. "Estaba en mi despacho y vi un makarapa junto a mí, una que habíamos hecho antes, así que hablé con dos colegas de una mina de Durban y decidimos hacerlas pensando en el Mundial", explicó en declaraciones a Ke Nako (Es la hora), la revista oficial de la organización del torneo.

Pero la imagen de estos peculiares cascos pintados ya comenzó a sorprender durante la Copa de las Confederaciones de 2009, 'ensayo general' del Mundial y que ya empezó a captar la atención de los aficionados extranjeros.

El Makarapa nació cuando Alfred Baloyi, un aficionado del equipo Kaizer Chiefs, uno de los dos equipos grandes sudafricanos, del barrio de Edenvale, en Johannesburgo, decidió realizar el primero en la década de los setenta. Desde entonces, es apodado 'Michelangelo' por los artistas de Makarapa.

La idea original era proteger a los aficionados de ser alcanzados por alguna botella lanzada por el público.

A partir de aquel momento, los aficionados emplean horas en decorar, cortar, adornar y pintar los makarapas o los pueden comprar a artistas especializados en algo que ya se ha convertido en un arte por un precio que puede ir desde los 50 hasta las 800 rands (de 5 a 87 euros).

En estos sombreros, que simbolizan dos temas importantes de la población negra de Sudáfrica (el 85% de la población), las minas y el fútbol, tienen cabida el escudo y los colores del equipo, imágenes del jugador favorito, o palabras de ánimo al club o selección.

Artículo de la agencia AFP

Primera salida de Mundo-trek realizando la ruta que une los anexos de Ayas y Collana pasando por la linda cascada Mortero, fue así que nos reunimos en el Parque Echenique en Chosica a las 8.30 de la mañana. Con algunos ligeros retrasos debido al congestionamiento que producen las obras del By-pass que están realizando en el cruce a Huachipa logramos tomar la combi a Matucana poco más de las 9 de la mañana para bajarnos en el puente Habich e iniciar la caminata previa hacia el anexo de Ayas.

Llegamos a nuestro primer destino cerca de las 11 de la mañana tomándonos un breve descanso para reponer fuerzas y tomarnos algunas fotos, el día estaba bastante soleado y el ánimo de la gente muy bueno para continuar. Nos fuimos alejando de Ayas através de un bien marcado caminado de herradura que va ascendiendo a través de diversas chacras que los pobladores tienen en la zona, cabe señalar que el camino a Mortero está bien señalizado y verán flechitas blancas que les indicarán de cuando en cuando la ruta.

A algunos les costaba más la subida por lo que se fueron retrasando un poco pero la comunicación por radio era fundamental para saber si todos los participantes iban bien y no tenian algún problema serio, desde Ayas se tiene que subir aproximadamente unos 300 metros hasta llegar a una carretera abandonada y desde el cual el camino hacia la cascada es a nivel pasando por peña culebra el cual consiste de una extraña forma similar a la de una culebra dibujada en la roca para posteriormente pasar por una pequeña mina abandonada la cual no se puede entrar debido a que el piso está inundado con agua.

Continuando nuestro camino por la carretera y tras unos 15 minutos más llegamos al desvio que hay que tomar para bajar hacia la catarata, lo primero que uno ve es el puente colgante que sirve como mirador de la cascada y tras unos minutos más esta ya sería vista por nosotros. Llegamos a la 1.50 de la tarde, aprovechamos para descansar y comer algo y algunos bajaron hasta la misma cascada con el afán de remojar sus pies o bañarse en sus aguas heladas.




Tras el reparador descanso iniciaríamos la última parte del trek que nos llevaría al anexo de Collana, desde Mortero el camino hacia Collana se hace bastante tranquilo ya que no hay más subidas y el camino es a nivel con algunas partes en bajada lo cual nos toma cerca de una hora en llegar hasta el anexo de Collana yendo a un ritmo parejo, en esta ocasión fuimos un poquito más lento llegando a Collana cerca de las 5 de la tarde. Aquí la gente aprovechó para comprar quesos ya que este anexo es popular por esto.

Una vez hechas las últimas compras y un breve descanso iniciamos el camino de bajada hacia la carretera, el camino es amplio pero tiene ciertos tramos que tienen bastante pendiente que podrián causar más de un resbalón así que hay que bajar con cuidado, debido a que Collana está un poquito más alto que Ayas la bajada toma más tiempo pero logramos llegar a la carretera minutos antes de las 6 de la tarde y con luz natural aún, cruzamos la pista y esperamos una combi a Matucana que nos llevó por 50 céntimos.


Llegamos a Matucana en unos 5 minutos para poder tomar la combi de regreso a Chosica y viajar sentados ya que luego de la caminata es normal que la gente se canse y evitar tomar la combi en el puente Collana ya que en este punto los carros vienen llenos y solo quedaría viajar de pie, asi que en vez de eso logramos regresar a Chosica todos comodamente sentados y ya en Chosica tomar las combis a Lima que tambíen vienen vacias para viajar sentados.

El dia viernes 7 de mayo se realizó en la tienda de montaña Trocha Outdoors Equipment una charla a cargo de la gente de Peru Ocho Mil en la persona de su presidente Ernesto Málaga sobre la primera expedición peruana a los Himalayas allá por el año 2000, siendo la montaña elegida para su ascensión el Shisha Pangma (8027 msnm) cuyo significado en tibetano significa “cresta sobre la planicie de hierba”. Esta primera expedición peruana estuvo conformada por Renzo Ucelli, Ernesto Málaga, Fernando de los Heros, Jorge Luis de los Heros, José Vélez y Richi Balarezo.

Afiche de la Expedición

Afiche de la expedición

Parece imposible pensar en ir a los Himalayas y tentar uno de los 14 ochomiles y a veces nos limitamos a buscar info en Internet o a seguir otras expediciones que buscan tentar algo que para nosotros parece que nunca se pudiera dar pero un grupo de entusiastas montañistas peruanos venciendo las limitaciones y el poco apoyo que este deporte tiene en nuestro país logró luego de un arduo esfuerzo y dedicación conseguir los medios para llevar a cabo su empresa y así organizar y viajar al Tibet como la primera expedición peruana a los Himalayas.




En la charla Ernesto Málaga contaba los preparativos para tal expedición, así como los problemas que tuvieron para financiar semejante y ambicioso proyecto ya que tentar la cumbre de un ocho mil de por si es caro y para nuestra realidad económica parece algo inalcanzable pero si se suman esfuerzos es posible vencer ese mito. La exposición con fotos de los miembros de la expedición y comentada por Ernesto Málaga fue muy buena, dándonos detalles por los que pasaron en la montaña, cosas que así nomás uno nunca se llega a enterar y que son datos muy interesantes que sirven para aprender un poco más acerca de la montaña a la cual hay que siempre respetar.

Campo Base del Shisha Pangma

Campo Base del Shisha Pangma

Intentando ser los primeros aquel año en el Shisha Pangma abriendo la ruta hacia la cumbre conforme pasaban los días las ilusiones y esperanzas de conseguirlo aumentaban pero al final la montaña es la que decide si subes o no y en esta oportunidad le negaron esa posibilidad a la cordada integrada por José Vélez y Ernesto Málaga quienes tras empezar su ataque a la cumbre por la madrugada tuvieron que desistir de hacerlo cerca de las 6 de la mañana debido al mal clima que se originó en la montaña. Cabe señalar que los vientos a esas alturas pueden superar tranquilamente los 100 kilómetros x hora y el frio que se siente en esos lugares puede llegar a -40°C, suficiente como para ir degradando la resistencia humana y provocar la muerte.

En líneas generales una charla muy interesante y altamente productiva para aprender más sobre la montaña para aquellos que amamos hacer este deporte, ya sea solo en trekking o haciendo alta montaña. Felicitaciones a la tienda Trocha que viene impulsando un ciclo de charlas de montañismo que tanto hace falta en nuestro país para difundir más este magnífico deporte, asimismo les comento que la tienda durante los días de charla hace descuentos de 10% en todos sus productos a los asistentes y demás está decir que los precios son muy buenos y hay bastante variedad, cosa que así nomás no se puede apreciar en una tienda de montaña en Lima.

Camino hacia la cumbre

Camino hacia la cumbre

Aprovecho para poner algunas fotos de la primera expedición peruana al Shisha Pangma tomadas de la web de Peru Ocho Mil, espero nomás no se molesten por esto pero solo trató de difundir sus logros y promover la práctica del montañismo. :)

Rupac, un destino poco visitado pero que en sus alturas guarda hermosos paisajes que combinando con el legado histórico dejado por la cultura pre-inca de los Atavillos nos permite apreciar unas impresionantes vistas desde lo alto del cerro donde se encuentran estas ruinas. Fue así que nos animamos a visitar dicho lugar, armamos nuestras mochilas y con mucho ánimo nos levantamos muy temprano el sábado para tomar el bus en la agencia Z-buss en el Rímac para llegar a nuestro primer destino, la ciudad de Huaral.

Arribamos a eso de las 8.30 de la mañana y luego de caminar cerca de 10 cuadras por la av. Cahuas y hacer algunas cuantas compras más, llegamos a la altura de un grifo de donde salen los carros que van al pueblo de la florida. Pensábamos ir en 2 colectivos pero felizmente encontramos una van donde los 9 pudimos acomodarnos bien para viajar hacia nuestro siguiente destino, el pueblo fantasma de Pampas. Tras negociar el pasaje un rato iniciamos nuestro periplo hacia La Florida, ya aquí nos detuvimos un rato para estirar las piernas y pagar S/.5 soles por visitar los restos arqueólogicos de Rupac.

Pueblo de Pampas

Pueblo de Pampas

Para llegar a Pampas existe un caminito de herradura desde La Florida pero como existe carretera hasta Pampas la movilidad nos dejó ahí y de esta forma evitamos el ascenso a pie que nos hubiera tomado hora y media aproximadamente. Era poco más del mediodía y ya en Pampas nos preparamos para subir a Rupac ya que nuestra intención era acampar en las ruinas y no en Pampas como generalmente se hace, así que empezamos a caminar los largos 6 kms. que separan Pampas de Rupac, el camino felizmente está bien marcado y es imposible perderse a pesar de la neblina que es constante en esta zona.

El sol nos acompañó al principio e hicimos una parada a la altura de una cascada para refrescarnos y tomarnos algunas fotos, continuamos con nuestro camino y de cuando en cuando nos cruzábamos con vacas que con cierto temor nos miraban y nos daban paso para seguir subiendo. Cerca de las 3 de la tarde ya el clima cambió y una densa neblina cubrió el cerro y solo nos dejaba ver parte del camino pero seguimos adelante. Continuamos bordeando el cerro subiendo y subiendo hasta que encontramos el cartelito que daba la bienvenida a Rupac, casi estábamos en el lugar y continuamos caminando y luego de unos minutos llegamos a las ruinas, bastante niebla pero por momentos se disipaba un poco para permitirnos ver el pueblo de La Florida muy abajo y un poquito más cerca Pampas. Eran como las 4.30 de la tarde y empezamos a armar las carpas y aprovechar para pasear por el lugar mientras habia algo de luz, esperando poder ver el atardecer que en nuestra serrania es todo un espectáculo de colores en el cielo.

Atarceder en Rupac

Atardecer en Rupac

Tomamos varias fotos a eso de las 6 de la tarde viendo el sol ocultarse en el horizonte y gracias a los consejos de Juan Karlos tomamos unas fotos muy buenas para regresar al campamento, el frio se sentía un poco y había que abrigarse, felizmente no llovió y pudimos pasar un buen rato charlando y divirtiéndonos acompañados de una botella de vino que llevó Yenny, felizmente había sacacorcho para destaparla, hay que estar preparados para todo! comimos algo caliente y a dormir cerca de las 10 de la noche, había que levantarse muy temprano el domingo para ver el amanecer y recorrer las ruinas con calma.

Felizmente pude dormir mejor que otras ocasiones y me levante a eso de las 5.15 de la mañana, aun estaba oscuro pero ya la gente se iba levantando para empezar el día y de a pocos el sol iba empezando a aparecer. Iniciamos el recorrido por el lugar tomándole foto a todo lo que podíamos y es que el lugar es tan hermoso que es imposible dejar la cámara a un lado, los restos bien conservados contrastan con el magnífico mar de nubes que se ve dando esa sensación de sentirte en el cielo.

Como a las 7.30 empezamos a preparar el desayuno, cafe para unos y leche para otros, pancitos, atún o galletas para acompañar la bebida y fue un agradable desayuno, reunimos toda la basura y la pusimos en la bolsa que nos dieron en La Florida, hay que cuidar los lugares que visitamos, lástima que mucha gente no respeta el medio ambiente ni los restos arqueológicos ya que encontramos bastante basura en el lugar y algunas ruinas pintadas con nombres y corazoncitos, hey! hacer esto en una ruina no tiene nada de romántico! por eso estamos como estamos, el peruano no respeta su cultura ni el medio ambiente.. que lástima!

Amaneciendo en Rupac

Amanece en Rupac

Desarmamos todo y preparámos las mochilas para iniciar el regreso a La Florida, eran poco más de las 9 de la mañana y debiamos estar a la 1 de la tarde ya que la movilidad nos esperaría a esa hora para regresar a Huaral. Una breve detención para visitar Marca Kullpi el cual por su posición debe haber representado un puesto de vigilancia ya que desde el lugar tiene una impresionante vista de todo el valle. Unas fotitos a seguir nuestro camino, bajabamos con cierta prisa y de cuando en cuando nos ibamos cruzando con un grupo de personas que iban a Rupac, eran de Andex pero ellos habían acampado en Pampas.

Llegamos a Pampas cerca de las 11.30 de la mañana y aprovechamos para recorrer el pueblo y tomar algunas fotitos más para a continuación seguir nuestro camino en descenso hacia La Florida. Ni bien salimos de Pampas por la carretera encontraremos un caminito de herradura que desciende y tras cerca de una hora más de camino nos lleva a La Florida aunque en esta prte el descenso se hizo algo más lento ya que teniamos una persona lastimada del pie y bajaba algo más lentito pero al final pudimos llegar cerca de la 1.40 de la tarde para enrumbar hacia Huaral donde llegamos a eso de las 4 de la tarde, la movilidad nos dejó en la agencia de Z-buss para tomar el carro de regreso a Lima llegando a nuestro destino a eso de las 6 de la tarde.

Una de las rutas más emblemáticas del trek limeño es la que nos lleva hacia la laguna Arca, según los relatos leídos anteriormente el llegar a dicha laguna ya de por sí es un gran logro por la distancia a recorrer, el desnivel y lo accidentado del camino. A pesar de esto un grupo de aguerridos y masoquistas caminantes nos dirigimos con destino a Marachanca para cerciorarnos que los relatos eran ciertos aunque con la diferencia que iríamos para la fiesta de peregrinación de la Cruz de Arca, festividad que se realiza cada año en Marachanca donde los pobladores recorren la ruta hacia la laguna cargando una cruz en agradecimiento por el agua que reciben de la misma.

El punto de reunión sería el grifo en el Ovalo Santa Anita, punto acostumbrado de encuentros para enrumbar hacia Chosica, esta vez nos juntamos 12 personas, el grupo era numeroso y con hartas ganas de conocer Arca (luego la naturaleza nos diría a su manera que no quería que conociéramos la laguna). Con algo de retraso iniciamos el viaje y ya en Chosica nos terminamos de proveer de lo necesario para la ruta y a tomar el carro rumbo a Matucana, la idea era llegar aún con luz natural para iniciar la caminata a Marachanca pero terminamos llegando como a las 7 de la noche y con la noche encima empezamos a caminar por la carretera que nos llevaría al poblado.

Fiesta de la Cruz en Marachanca

Fiesta de la Cruz en Marachanca

La mayoría se trepo a un camioncito que apareció a media ruta pero dos nos quedamos para completar el camino a Marachanca en hora y media. Al llegar la gente estaba reunida en la laguna La Encantada que fue vaceada para utilizarla para la fiesta de la cruz. El famoso “calentito” se repartía en grandes cantidades y la gente bailaba al compás de las bandas, todo muy bonito, la amabilidad de los pobladores nos hizo sentir como si estuviéramos en nuestra casa. Después de un intenso cortamonte donde el árbol no se dejó tumbar con facilidad tomamos un descanso para recuperar fuerzas e iniciar el trek hacia Arca.

Para empezar cometimos el error de esperar a que la cruz saliera rumbo a Arca, luego los pobladores nos dijeron que la cruz es lo último que sale y que la gente empieza a caminar desde temprano para llegar a Laguna Seca con tranquilidad, lo cierto es que al enterarnos de esto comenzamos a caminar cerca de la 1.45 de la mañana y como era de esperarse los pobladores con la cruz encima nos pasaron al rato lo cual haría más complicada las cosas ya que no habría quien más nos muestre el camino y como sea empezamos a caminar algo más rápidos pero no lo suficiente para seguir a los pobladores.

Cactus en el camino

Cactus en el camino

La peregrinación por un momento se volvió en una carrera frenética al más puro estilo “Desafio Huarochirí”. Veíamos como la gente nos pasaba incluida la banda cuando un tipo con el bombo a cuestas pasaba aceleradamente y se perdía en el camino más arriba. La caminata se volvió un caos total y producto de ello el grupo se separó y algunos se desviaron de la ruta, otros trataron de seguir a los pobladores y algunos nos quedamos más atrás. Hubieron momentos que el camino se perdía a ratos debido a la oscuridad de la noche y es que no es común entre nosotros caminar por la montaña a esas horas.

En un tramo de la ruta habiamos visto una luz que venía desde abajo del camino, posiblemente algunos pobladores que venían así que decidimos esperarlos para preguntarles si la ruta que seguíamos era la correcta.

Luego de algunos minutos más más nos dieron alcance y nos dijeron que estábamos en el camino correcto así que decidimos seguirlos, le preguntamos al señor cuantas veces había ido a Arca y nos dijo como 37 veces!! y su nombre era Freddy Sánchez Rojas, quien ha sido de guía para la gente de Aire Puro en otras oportunidades como nos estuvo contando.

Las esperanzas volvieron a renacer en poder llegar a Arca entonces y continuamos hasta la altura de una pampa, la noche iba terminando para dar paso al día, ya las primeras luces del amanecer iban apareciendo y con esto al menos se podría ver mejor donde teniamos que ir y aquí viene la parte más difícil del primer tramo, el camino hacia Laguna Seca, se trata de un tramo en subida de unos 500 metros donde el camino se pierde conforme vas avanzando, el lugar está lleno de arbustos y espinos que harán mas complicado el ascenso, a esto hay que sumarle la humedad de la zona (mi pantalón estuvo totalmente mojado) y los insectos que tratarán de picarte para lo cual debes llevar repelente.

Vista de Marachanca y Matucana

Vista de Marachanca y Matucana

Trataba de no perderle el paso a Freddy Sánchez pero el terreno agreste de la zona me lo iba impidiendo de a pocos hasta perderlo completamente de vista, lo vi más arriba y me dijo que caminara de frente, pero ya la cosa se iba poniendo fea, hubieron tramos donde tuve que escalar por las rocas para no caer y tras mucho batallar y algo cansado llegue al lugar donde lo habia visto por última vez pero ya no estaba, grite su nombre pero no obyuve respuesta y decidi continuar pero no encontraba un camino claro, me encontraba a escasos 100 o menos quizás de llegar al punto más alto para acceder a Laguna Seca pero no encontraba una posible ruta.

Solo en esa parte del camino y cansado no vi muchas esperanzas de seguir y pensando que si los pobladores ya habían pasado Laguna Seca me sería más complicado seguirles el ritmo tome la decisión de regresar aprovechando que aún era de mañana y empece el lento descenso pero busque alguna otra ruta alterna para la bajada ya que no quería regresar por donde subí y en algunos tramos descendía dejándome arrastrar por las piedras hasta que encontre un camino que me facilitó las cosas, en plena bajada me encontré con Silvia, una chica de nuestro grupo que también le costaba subir así que le dije que mejor bajaramos que en Marachanca nos estaban esperando algunos de nuestro grupo.

El descenso por momentos fue lento debido a que no habia un camino fijo hacia la pampa hasta que mas adelante ya logramos encontrar uno que nos alivió la bajada aunque abajo nos esperaban un grupo de vacas que nos miraban con cara de muy pocos amigos por lo que tuvimos que rodearlas y alejarnos del camino teniendo que bajar por entre más cactus teniendo cuidado de no ensartarnos en uno y luego de una bajada un tanto complicada logramos retomar el camino que nos llevaría hacia Marachanca, que ya de día podíamos verlo desde lo alto del cerro.

Después de mas de 2 horas de caminata logramos regresar a Marachanca, ahí nos esperaban ya algunos de nuestro grupo y faltabana bajar aun 6 más que conforme pasaban las horas fueron llegando hasta estar completos, todos cansados, adoloridos y tristes por no haber podido llegar a la laguna iniciamos la bajada a Matucana caminando ya que no había en ese momento ningún carrito que nos pudiera llevar.

Durante el tiempo que permanecimos en Marachanca los pobladores se mostraron muy hospitalarios, nos invitaron desayuno y conversamos un poco con ellos, siempre es bueno conocer un poco más de la población local y no solo hacer el clásico trek al lugar, las experiencias aprendidas serán enriqucedoras. Luego de despedirnos de algunos pobladores iniciamos el lento camino hacia Matucana llegando cerca de las 3:30 de la tarde para poder abordar la combi de regreso a Chosica y posteriormente a Lima.

Regresamos con bronca por no haber podido llegar a la laguna Arca pero esta ruta quedará pendiente para una próxima visita y esta vez si esperamos tomarnos muchas fotos con la laguna.

Una vez más nos dirigimos con destino a San Mateo de Huanchor, paso obligado para el trek a Rapagna, fue así que nos juntamos un grupo de amigos para una nueva salida en las alturas de la serranía limeña. El sábado por la noche nos reunimos en Chosica algo ya tarde y tomamos la combi a San Mateo donde llegamos cerca de las 11 de la noche, primer problema! el hospedaje las américas estaba lleno!! así que tuvimos que buscar otro hospedaje, al final nos partimos en dos grupos ya que no habían suficientes habitaciones libres para todos en uno solo.

Una vez ya instalados salimos a caminar por el lugar, en la Plaza estaban celebrando un cortamonte el cual duró hasta un poco más de la medianoche. Chela y calentito por doquier pero no podriamos caer en la tentación ya que había que levantarse temprano al dia siguiente. Estuvimos esperando a dos personas más que estaban en camino quienes felizmente llegaron en un bus de la empresa Lobato, algunos comimos nuestro broaster de 3 soles y otros algo mas preocupados por la altura anis con galletitas, luego todos a dormir para levantarse temprano e iniciar el trek a Rapagna.

Cerro Shira

Cerro Shira

Amanece en San Mateo y a las 6 de la mañana estábamos tomando nuestra maca con pancito para darnos las energías necesarias para afrontar la subida a la laguna, partimos en un colectivo a Rio Blanco, los 9 nos metimos en la station wagon como sea y partimos con rápidez para iniciar el trek a las 6.40 de la mañana, 3 de nosotros haríamos la ruta a Rapagna por la Quebrada Atacra mientras que el resto lo haría por la Quebrada Chueco que es la ruta normal.

En lo personal la ruta a Rapagna es interesante y desafiante pero hacerla por la Quebrada Atacra te da una variedad aún mayor de paisajes naturales y poder ver la laguna desde otra perspectiva que cuando la haces por la vía normal, aunque ir por Atacra te demandará mayor tiempo y un mayor esfuerzo, por lo que si quieres hacerla debes tener una buena condición física y estar adaptado a la altura.

Acelerando el paso recorrimos la trocha carrozable tan rápido como pudimos, saludamos al buen Carhuavilca Carlos quien tiene su cabaña al iniciar el desvio hacia la Quebrada Chueco y continuamos por el sendero que nos llevaría hacia la Quebrada Atacra, un caminito en constante subida rodeado de flores y bastante vegetación hasta llegar a una puertita la cual debemos pasar y cerrarla para que el ganado de los pobladores no se escape, seguimos hacia adelante y al toparnos contra un cerro al frente donde se aprecian torres de alta tensión doblamos hacia la izquierda por un caminito bien marcado que nos lleva hacia unas cabañitas.

Laguna Rapagna

Laguna Rapagna vista desde el mirador por la ruta Atacra

Los perros del lugar nos reciben a puro ladrido y de las casitas sale una señora de avanzada edad preguntándonos a donde ibamos, le dije a Rapagna y me comento que podiamos ir también a la laguna Lichicocha, me indicó como llegar y se despidió a seguir haciendo sus quehaceres, descansamos un rato y continuamos nuestro camino siguiendo los cables de las torres hasta entrar por una quebrada a la izquierda para subir una pared de roca de unos 100 metros de alto, esta subida se puede hacer siguiendo un camino pegados hacia la roca y luego de un rato ya estaremos arriba.

Lo primero que contemplamos es la nieve en el cerro Shira y una puyas pequeñas con flores que embellecen el camino, continuamos subiendo una pequeña loma y nos pegamos hacia la izquierda para seguir ascendiendo hasta pasar un pequeño corral, montañas nevadas nos acompañan el resto de la ruta haciendola aún más atractiva, logramos llegar al punto más alto de nuestro trek 4802 metros segun GPS y a nuestro vista se ven el Lichicocha y el Putca, de aquí en adelante ya todo será bajada hasta la laguna.

Para esto uno de nuestros compañeros se puso mal, la altura le chocó así que tuvimos que asistirlo para que se recupere, algo para el dolor de cabeza, una coramina y un poco de algodon con alcohol para combatir las naúseas, logramos bajar con lentitud a la laguna, hermosa como siempre con un color turquesa impresionante, unas fotos y ahora a llegar al mirador donde están todos, algo lento el camino por nuestro compañero convaleciente pero logró llegar a pesar de los problemas, nuevamente todos reunidos esta vez en el mirador.

Desde el mirador

Rapagna desde el mirador natural

Más fotos por aquí y por allá y a iniciar la bajada que ya eran cerca de las 2.30 de la tarde, el clima se portó bien con nosotros y mejor seguir así. Tuvimos que bajar bien lento ya que tuvimos algunos percances con algunos miembros de nuestro grupo pero la gente no perdía el ánimo y yendo lento pero seguro logramos llegar a Rio Blanco cerca de las 6.30 de la tarde, conversamos un rato hasta que llegue algún colectivo, tuvimos que ir en dos al final a San Mateo y a Chosica luego, felizmente aún encontramos combi para después regresar a descansar a Lima contentos por la aventura.

Al principio no sabíamos nada acerca de esta ruta ni de la existencia de Carampoma. Nos pasaron la voz un día antes y encontrando algo de info en la web y Google Earth, dejamos que nuestro GPS hiciera el resto, fue así que nos aventuramos hacia las ruinas de Japaní, dichas ruinas se encuentran en el distrito de Carampoma en Huarochirí, para llegar hay que tomar el camino que nos lleva a San Pedro de Casta pero a la altura del puente Autisha en vez de cruzarlo debemos seguir de largo.

Decidimos reunirnos en el Parque Echenique a las 8 de la mañana y ver nuestras opciones, es posible encontrar carros que van a Carampoma aunque no tienen horario fijo salvo el bus de la Comunidad Campesina de Carampoma que sale a las 9:30 de la mañana del corralón de Echenique, este bus tiene asientos cómodos y televisor incluido donde podrás entretenerte viendo películas o musicales para no prestar tanta atención a la ruta estresante que va por el río Santa Eulalia.

Tras tres horas de camino el carro nos dejó en la represa Sheque y desde este punto hay que caminar unos 7 kilómetros por una carretera afirmada hasta donde el río Macachaca y el Shunsha dan origen al río Santa Eulalia, este tramo nos tomó cerca de hora y media caminando despacio y cruzando el puente Pariacha sobre el río Shunsha empezamos la subida al cerro Pumash por un caminito bien marcado que bordea precipios y que va siempre pegado hacia la izquierda del cerro.

Ruinas de Japaní

Ruinas de Japaní

Si bien hay abudante maleza en el camino no hay forma de perderte, el ascenso se puede hacer en hora y media caminando lento, el desnivel es de 450 metros aproximadamente, a mitad de camino tomamos un descanso pasando la cruz de Colquecancha y empezamos a divisar cóndores volando sobre nuestras cabezas hasta que uno pasó a escasos 30 metros de donde estábamos, pudimos observarlo muy bien aunque nos tomó tan desprevenidos que no pudimos sacarle una foto.

Llegamos a Japaní a eso de las 4 de la tarde, y buscamos un lugar idóneo para armar nuestras carpas, felizmente el clima se portó bien con nosotros, ya que luego de armar nuestras carpas empezó una lluvia moderada que por ratos se hacia más fuerte. Por momentos la lluvia cesaba y aprovechamos para preparar nuestros alimentos y tomar algo caliente sin salir de la carpa. Debe haber llovido hasta muy tarde en la noche que a eso de las 2 de la mañana seguía escuchando los golpes de las gotas contra la carpa. Felizmente no hizo tanto frío por la noche y pudimos dormir tranquilos.

Puerta en Plaza Mayor

Puerta en Plaza Mayor

Nos despertamos muy temprano por la mañana y luego de tomar nuestro desayuno decidimos recorrer los alrededores de las ruinas las cuales están ubicadas en una meseta a 3912 msnm. desde donde la vista del valle es impresionante, recorrimos el lugar tomando varias fotos.

Se dice que Japaní fue un ayllu dado lo inmenso del lugar ya que se aprecian diversas construcciones asi como canales de irrigación ya que la principal actividad de esta comunidad fue la agricultura. Las construcciones en muchas partes se mantiene bien preservadas aunque la vegetación la esconda un poco, luego de mirar todo lo que pudimos desarmamos el campamento y preparamos el retorno y llegamos a Sheque al mediodía para continuar nuestro camino hacia Carampoma.

Subiendo por la carretera vimos que venía el transporte de la comunidad campesina de Carampoma y preferimos esperarlo, subimos y antes de ir a Carampoma nos llevó a Huanza que se encuentra en un cerro frente a Carampoma, el camino hacia este anexo no es para aquellos que sufran del corazón, tuvimos que aguantar subir y luego bajar de Huanza para ir a Carampoma por un caminito con curvas donde el carro tenia que ir muy despacio y hasta retroceder para tomar la curva bien.

Plaza Principal de Carampoma

Plaza Principal de Carampoma

Ya en Carampoma (3459 msnm.) y recuperados del susto buscamos un lugar donde almorzar mientras el carro iba a San Pedro de Laraos, comimos algo ligero y luego de unos 40 minutos el carro regresó a Carampoma para abordarlo nuevamente ya con destino a Lima no sin antes padecer un poco por el camino que lleva a Huinco.