Laguna Putca (Rio Blanco)

lunes, 18 de enero de 2010 ,

Comienza un nuevo año y no podía empezar de otra manera sino con una ruta exigente, una ruta que había sido postergada en otras oportunidades, la cual decían que no se podría hacer si es que no se está bien preparado, que si la ruta a Rapagna es exigente llegar a Putca es cosa de locos. Pues, haciendo a un lado esos mitos nos juntamos 5 aguerridos y tercos caminantes con el único fin de hacer Putca y Rapagna en un solo día. Nos dirigimos rumbo a San Mateo el sábado por la noche para pernoctar y salir muy temprano rumbo a Rio Blanco. El hospedaje "Las Américas" sería nuestro lugar de descanso pero este colapsó debido a que ese mismo día Aire Puro haría la ruta clásica a Rapagna. Felizmente conseguimos cuartos y fuimos al Chez Víctor a comer algo y a coordinar todo lo relacionado a la ruta del dia siguiente. Nos levantamos 4.30am y preparamos todo para tomar el colectivo a Rio Blanco a las 5am e iniciar nuestra ruta 5.30am cual lo planeado, el día de a pocos empezaba a aclarar dejando atrás las penumbras de la noche y el ascenso por la trocha carrozable empezaba y tras un hora de caminata llegamos al punto donde empieza el desvio hacia la Quebrada Chueco, no sin antes cruzar palabra con el Sr. Carhuavilca Carlos quien estaba compañado de su perro "Picaro", su cabaña está justo al termino de la trocha carrozable. Nos despedimos y seguimos nuestro camino hacia el bosque de piedras donde descansamos un rato y aprovechamos para tomar más fotos del lugar, hacia buen clima y apenas empezaba la mañana.

Enrumbamos por la quebrada Chueco siguiendo el camino tradicional hacia la laguna Rapagna, conforme ibamos avanzando el sol empezaba a posarse sobre nuestras cabezas, el cielo empezaba a despejarse y seguimos caminando hacia la última parte donde se aprecia el último tramo en subida que lleva hacia el mirador de Rapagna, nosotros optamos por tomar el camino de la izquierda y subir con rumbo a la otra laguna del lugar, menos bonita y más alta que Rapagna y poco frecuentada por los visitantes del lugar que apenas, ibamos subiendo cuando un pastor nos empezó a pasar la voz, no sabiamos que quería asi que me acerque a él, iba acompañado de tres perros que no dejaban de ladrarme, me presente y me dijo que era Don Carlos, el dueño del lugar, el mismisimo Don Carlos del cual tantas veces había leído en anteriores relatos, le dije que estábamos yendo a Putca a lo cual pensó que éramos unos caminantes despitados que en nuestro intento de ir a Rapagna habíamos equivocado el camino, me dijo que siguiera el cauce del rio por la izquierda y que llegaríamos a la laguna sin problema, nos despedimos y Don Carlos se dirigió a Rapagna y nosotros a seguir nuestro camino a Putca. Si bien caminar a Rapagna no representa mucho esfuerzo en lo personal subir el último tramo a Putca si requiere de un poco más de esfuerzo pero la ruta no es complicada felizmente, el clima iba variando apareciendo lluvias moderadas que iban y venían, y el camino a Putca se iba tornando cada vez más lento por el cansancio de la caminata. Seguiamos avanzando y tras cerca de hora y media de camino divisamos un pastor con perros en lo alto de un cerro y cuando se nos acercó era Don Carlos quien nos decía que estaba volviendo de Putca y que ya faltaba poco... me sorprendió ver como una persona de la edad de Don Carlos haya ido a Rapagna y luego a Putca y que nos haya dado alcance y nosotros ni siquiera habíamos llegado aún a la laguna.

Continuamos el último tramo el cual es una zona descampada y plana y empezó a caer una fuerte lluvia la cual obligó a abrigarnos bien, la temperatura bajó drásticamente y las manos se enfriaron rápido así que a ponernos guantes y avanzar hacia la laguna, felizmente la lluvia no duró mucho y el cielo se volvió a despejar aliviando el último tramo aunque metros más adelante nos topamos con un torito que no nos dejaba de mirar con algo de curiosidad, seguimos avanzando y el torito felizmente se alejó de nosotros dandonos paso para continuar nuestro camino, unos minutos más y la laguna estaba ante nosotros, llegamos al mediodía exactamente, el sol caía sobre nuestras cabezas y pudimos contemplar el lugar sin lluvias ni neblinas, comimos un poco y descansamos luego de tan ardua caminata, permanecimos casi media hora en el lugar y a regresar nuevamente, el camino en bajada siempre se hace más fácil y las piernas caminan aliviadas sabiendo que no habrá mas esfuerzo. Llegamos al desvio a Putca cerca de la 1.30pm y pudimos ir a Rapagna incluso pero preferimos dejarlo para otro momento, nos despedimos de Don Carlos quien estaba en el lugar como esperándonos no sin antes agradecerle por su ayuda y con la promesa de regresar por el lugar a seguir contemplando tan bello lugar y visitarlo. Seguimos nuestro camino a Rio Blanco y llegamos a la carretera a las 3pm, tomamos un colectivo a San Mateo y la combi a Chosica, comimos algo y luego enrumbamos hacia Lima cansados pero satisfechos por haber logrado llegar a Putca e incluso con tiempo de sobra para ir a Rapagna lo cual se hará en otra oportunidad.